Verano.
Días de vacaciones y también un buen momento para ¿ordenar, limpiar?
¿Tienes ropa que hace más de un año que no te
pones? ¿Cacharros de cocina estropeados? ¿viejas revistas, papeles, libros que
nunca volverías a leer?
Vivimos
en un mundo en el que lo normal es que acumulemos más
objetos de los que necesitamos y que terminan desbordando
armarios, cajones, estanterías.
Acumulamos cosas que no utilizamos en nuestras casas
con la esperanza de que más adelante nos serán útiles y a las que no somos capaces
de decir adiós.
Pero
lo peor es que también ocupan nuestro
espacio mental
Nuestra
casa es una extensión de nosotros mismos, es nuestro reflejo.
Liberarnos de los objetos que acumulamos en nuestras casas tiene una repercusión muy
positiva en nosotros.
Es como si la limpieza y el orden
exterior tuvieran el mismo efecto en nuestro interior.
A más objetos a nuestro alrededor más
confusión y estrés, a menos objetos a nuestro alrededor más claridad de ideas y
paz interior.
De ahí la importancia de poner orden y empezar a deshacerte
de todo lo inservible.
Convierte
tu casa en un remanso de paz. Mira a tu alrededor y haz recuento de los objetos
que ves… ¿Sientes que hay muchas cosas acumuladas? ¿Más de las que en realidad
necesitas? Piensa entonces que este verano puede ser un buen momento para
empezar a limpiar tu casa y tu mente de
todo eso
que sólo ocupa espacio y te quita tiempo y energía.
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