viernes, 27 de noviembre de 2015

Escuchar.

Leía estos días una reflexión de un filósofo chino:
“Escuchar simplemente con los oídos es una cosa. Pero escuchar con el alma no se limita a una sola facultad. Exige vaciar todas las facultades. Y cuando las facultades están vacías, es todo el ser el que escucha. ”

 Oír y escuchar son dos actitudes distintas. Al cabo de un día oímos muchas cosas pero escuchamos muy poco.

Escuchar es un proceso que requiere  un espacio multidimensional donde convergen palabras y silencios, gestos y matices, pensamien­tos y sentimientos, tonalidades y sensaciones. 

Estar aquí y ahora como testigos ante ese mundo que se despliega ante nosotros. Vaciarnos de nuestras ideas, nuestros deseos para esa persona que está ante nosotros, de nuestras propias necesidades en ese momento. 

Escuchar desde la atención y la consciencia crea un clima de empatía, de confianza y de autenticidad, en el que es posible comprender las necesidades y sentimientos de la otra persona. 

Escuchar es un arte que se debe practicar y practicar y después volver a prácticar. 

 Algunas ideas para ESCUCHAR 

 Hazle saber a la otra persona que tienes tiempo, aunque el tiempo sean solo unos minutos. 

 No juzgues. Si la persona que está ante nosotros se siente juzgada cerrara sus puertas y se distanciará de ti. 



Escúchate a ti mismo. Para poder escuchar 
verdaderamente a los demás 
es imprescindible empezar por escucharnos a nosotros mismos.

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