viernes, 26 de diciembre de 2014

La Sal de la Vida.

Celebrar es una de las palabras más repetidas estos días.
Celebrar: Conmemorar, recordar un acontecimiento, alegrarse, apreciar, valorar.

¿Y si celebramos cada momento de nuestra vida como un tesoro de belleza y gracia?

Prestar atención,  ir por la vida con los ojos bien abiertos, darnos cuenta de los  milagros increíbles que suceden cada día a nuestro alrededor.

He encontrado un libro, La sal de la vida, 90 páginas en las que Françoise Héritier, una antropóloga francesa de 80 años nos ofrece su propia lista de momentos, de los recuerdos que dan a la vida su sabor.
Ver cómo convertir cada momento en un tesoro, disfrutar de los pequeños instantes  en los que se encuentra el sentido de nuestra existencia.
Hay luz y gracia en el simple 
hecho de existir en las pequeñas cosas extra que nos concede la vida: la sal de la vida, nos recuerda la autora.

 Françoise Héritier nos anima a observar, contemplar y detenerse invitándonos a elaborar nuestra propia lista de momentos felices que todos  deberíamos aprender a descubrir y disfrutar.

¿Y si uno de los propósitos de este año es prestar atención a todo aquello que a veces se nos escapa entre los dedos y puede llegar a ser la sal de la vida?





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