¿Y si la riqueza está en el viaje a través de
los mares y no en el cofre del tesoro de algún pirata?
Nos obsesionamos con conseguir llegar al
destino, con ganar el premio, con saber con certeza cuál será el final de la
travesía sin darnos cuenta que siempre será incierto, nunca podremos saber que
habrá mañana, que podremos encontrar más allá del desierto, quién nos
acompañará la próxima jornada, si las personas que amamos se quedarán una vez
cruzado el océano.
La incertidumbre del viaje. Todas las posibilidades
y un enorme vacío en el que cualquier cosa puede suceder. No hay viaje que se
disfrute con la desconfianza, el miedo y la confusión como compañeros.
“Pide que el camino sea largo, que muchas sean
las mañanas de verano”, dice el poeta, no añade y que sea seguro y estable y
medible y real y con muchas señales que aseguren el camino y por dónde estamos
transitando.
Estar dispuesta a continuar cuando no hay premio, ni cofre de pirata que nos espere, continuar viaje sin esperar que las cosas cambien se mantengan o empiecen o terminen.
Continuar con la brújula marcando el presente, el único espacio navegable.
"Ítaca te brindo un hermoso viaje. Así, sabio como te has vuelto, lleno de experiencia entiendes ya, qué significan las Ítacas."
Muchas gracias Maite. Es muy bonito y como dice una gran amiga Itaca está en todos los sitios y en ninguno. Está donde tu quieras que esté.
ResponderEliminarGracias.