jueves, 12 de noviembre de 2015

Conectar con el presente.

El término “estrés” ha pasado a formar parte del lenguaje cotidiano. Leemos y escuchamos sus efectos sobre el organismo, sobre nuestra mente y nuestras emociones.
En este mundo repleto de prisas y de competitividad  vivimos la mayor parte del tiempo procurando controlar que nuestros planes lleguen a buen puerto y cuando ocurre algo imprevisto, nos estresamos y nos irritamos. Lo imprevisto no aparecía en nuestros planes.

A menudo nos pasa que con la mente queremos controlar y dirigir tanto lo que deseamos conseguir, que generamos agotamiento y estrés   desconectándonos  de nuestras capacidades naturales.
Por ello, una parte importante para sobrevivir a estas situaciones está en la autoconciencia, en ser conscientes de que vivimos en un mundo en constante cambio y ser capaces de aceptarlo.


 Utilizar alguna técnica de relajación, "conectar con el presente" aprender a respirar y a parar en nuestro día puede ayudarnos a manejar mejor el estrés y finalmente a hacer las paces con nosotros mismos.



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