La Asertividad se define como: "la habilidad
de expresar nuestros deseos, necesidades, sentimientos y opiniones de una
manera abierta, directa y adecuada, respetando
al mismo tiempo los sentimientos, deseos, opiniones y derechos de otras
personas". Tener la capacidad de autoafirmarse.
La asertividad está en el tercer vértice de un
triángulo en el que los otros dos son la
pasividad y la agresividad. Situados en el vértice de la pasividad
evitamos decir o pedir lo que queremos o nos gusta, en la agresividad lo
hacemos de forma tan violenta que nos descalificamos nosotros mismos.
Un comportamiento asertivo supone un saber defender las
propias necesidades frente a las exigencias de los demás sin llegar a utilizar
comportamientos agresivos o violentos.
Y aunque en teoría parezca sencillo, en la práctica no lo es tanto.
La buena noticia es que puedes aprender a ser más asertivo.
Algunas reflexiones que pueden ayudarte:
Dejar de pensar que el problema son los otros.
Cada experiencia es una oportunidad para aprender.
Es importante conectar con nuestras necesidades ¿Qué es lo que
realmente quiero?
La asertividad finalmente, tiene un maravilloso efecto sobre la propia
autoestima. Cuanto más te respetes a ti mismo, más te respetarán los demás, y
ése es, en realidad, el objetivo final.
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