El bambú es una especie muy
interesante en la naturaleza, crece en zonas húmedas y calurosas y entre sus
características está el hecho de que su semilla tarda hasta 7 años para germinar.
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, el bambú genera
un complejo sistema de raíces que le permiten sostener el crecimiento que
vendrá después asegurando la firmeza que tendrá durante la madurez. Sus raíces
son tan fuertes, que frenan la erosión
de la tierra, reteniéndola en épocas de lluvia.
La metáfora del bambú nos enseña la importancia de estar preparado para lo que vendrá; sea “bueno” o sea “malo”, nos ayuda a entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creeremos que nada está sucediendo y esto puede ser extremadamente frustrante pero nos permite descubrir que todo proceso exige dedicación, tiempo y paciencia para que pueda crecer.
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