Crear puentes que nos lleven al diálogo y al encuentro. Todo diálogo implica una interacción, una escucha en términos de igualdad.
A través del diálogo podemos encontrarnos con otro ser humano, con sus experiencias, sentimientos en un proceso de construcción y comprensión mutuo que busca la autentica reciprocidad.
Un puente de ida y vuelta.
Cuando nos sentimos heridos levantamos muros para proteger nuestro corazón pero a veces olvidamos que los mismos muros que protegen nuestro corazón nos mantienen distanciados de la vida.
Cuando el corazón atrapado tras un muro es liberado volvemos a sentirnos conectados con la vida, podemos dar y recibir libremente.
Pongamos nuestras energías en crear puentes y no en levantar muros.
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