La autoestima saludable es la autovaloración
positiva, el respeto y la confianza en nosotros mismos que se refleja en
conductas constructivas y socialmente provechosas.
Esta autoestima es, además,
un ingrediente determinante de nuestro equilibrio emocional, de la sintonía interior, de la integridad como individuos, de nuestro sentido de
seguridad y de una buena disposición hacia la vida.
Una buena autoestima tiene un efecto positivo en nuestra vida y nos permite afrontar los distintos procesos de la vida con una dosis extra de optimismo.
Podríamos ver la autoestima como el equivalente al sistema inmunológico en el organismo,
previene y nos ayuda a superar las circunstancias más adversas que se nos
presenten sabiendo que tenemos la última palabra acerca de nosotros mismos.
La autoestima sería, como dice Nathaniel Branden, el sistema inmunológico de la conciencia, dándonos resistencia, fuerza y capacidad de regeneración.
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