miércoles, 3 de agosto de 2016

Fluir, calmar la mente.

Cuando creemos que lo tenemos “todo controlado”, nos sentimos seguros pero y ¿qué nos pasa cuando ocurre algo imprevisto, algo que no estaba en nuestros planes? 
Nos enfadamos, nos estresamos, nos dolemos.
Nos gustaría intentar controlar todo lo que nos rodea, nuestro trabajo, nuestras relaciones, nuestro cuerpo, buscando sentirnos seguros, sin embargo, es el control el que puede volverse en nuestra contra y convertirse en un peso para vivir libres.

Ante la necesidad de controlar FLUYE.
Fluir, acoger cada situación y observar para encontrar la mejor respuesta. Calmar la mente. Aprender a vivir sin resistencias, siendo creadores de cambios constructivos que amplíen nuestros horizonte. 

Procura tener tiempo cada día para encontrar un espacio dentro de ti para fluir y calmarte, para detenerte unos momentos y crear un santuario dentro de ti donde todo está bien, no importa lo que pase, un espacio que te ayude a confíar en ti, y dar la importancia justa y necesaria a todo, sentirás que te liberas de tensiones y sufrimiento innecesario.

 Encuentra tu propio espacio, puedes escuchar música, salir a pasear o correr, colorear, practicar respiraciones  relajadas, meditar. 

¿Cuándo vas a tener tu momento de calma hoy?



No hay comentarios:

Publicar un comentario