miércoles, 18 de mayo de 2016

La tristeza.

La vida está a menudo llena de desafíos y cambios que pueden provocar sentimientos de tristeza, podemos pensar que es una emoción incomoda y decirnos: “ahora no, no es un buen momento, no quiero sentirme así”

 Esa emoción “incómoda” tiene un por qué en nuestra vida, nos indica una carencia, nos está señalando que ha habido una pérdida de algo que considerábamos importante: una ilusión, una expectativa, un vínculo. 

 La tristeza tiene su propio lenguaje. Es una emoción silenciosa, que camina de puntillas que nos hace vivirnos frágiles y vulnerables.

 Es una emoción que nos lleva a mirarnos a nosotros mismos, a ser introspectivos, a recogernos, esa es la función de la tristeza, nos hace parar y encontrarnos y escucharnos para que cuando sea el momento de salir adelante podamos hacerlo. 

Cuando vivas la tristeza entiende que te está ofreciendo una oportunidad para conocerte mejor y más profundamente cada día. Tagore escribía: “No podemos evitar que los pájaros de la tristeza vuelen sobre nuestra cabeza pero si que aniden en nuestro pelo.” 

Vive la tristeza, escucha su mensaje. Sólo escucha sin juzgar para poder seguir tu camino.


No hay comentarios:

Publicar un comentario