“Cada uno de nosotros
es su propio clima, determina el color del cielo dentro del universo emocional
en el que habita”
Fulton
Sheen
Las emociones, son el resultado de como estamos
gestionando nuestros recursos afectivos, podemos dibujar un mapa en el que ir
señalando equilibrio, serenidad, alegría o bien miedo, irritabilidad,
frustración, resentimiento... tonalidades afectivas que a su vez van a promover
climas emocionales diferentes.
Y
toda esta meteorología es importante porque nuestra vida emocional va a influir
en todo lo que serán nuestras dinámicas de relación, nuestra calidad de vida y
nuestro bienestar personal.Hemos vivido en muchas ocasiones como un simple hecho basta para que pueda cambiar nuestra emocionalidad… Una noticia que recibimos, algo que nos sucedió, un recuerdo es suficiente para que cambie el modo en que nos sentimos.
Afortunadamente tenemos la capacidad de poder modificar la emocionalidad, una sonrisa, un abrazo, una canción nos puede hacer sentir de forma diferente.
A veces, basta solo cambiar la mirada.
Si permanecemos más tiempo del aconsejable en una emoción podemos vernos inmersos en un estado de ánimo tormentoso y entonces todo se verá teñido por ese estado de ánimo.
No somos responsables de lo que sentimos, pero sí que
somos responsables de lo que hacemos con nuestras emociones.
Elige
cuidadosamente tu vocabulario, puedes decir “circunstancia”, “tragedia”
“crisis”, “oportunidad”.
Toma conciencia de todos los
dones que posees. Cuando empieces a sentirte mal por algo,
detente un momento y reflexiona por unos instantes por lo afortunado que eres y
agradece.
Recuerda
emociones positivas.
Genera
un clima emocional diferente y recuerda que cada emoción positiva que sientas hoy incrementa
la probabilidad de que te sientas bien en el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario