sábado, 27 de febrero de 2016

Manejar tus sentimientos para que tus hijos también lo hagan.

"Si tú manejas mejor tus sentimientos; tus hijos también lo harán"

Este jueves en una de las sesiones de la escuela de padres, José uno de los padres decía: “me doy cuenta que cuanto mejor manejo mis emociones mejor lo hacen mis hijos".

Si hay un entorno donde es imprescindible que se dé el desarrollo de competencias emocionales, este es el de la familia.  Los fuertes lazos emocionales entre padres e hijos hacen necesario que unos y otros puedan aprender a ser emocionalmente inteligentes con el objetivo de conseguir vivir todos con mayor bienestar. 

 Reconocer lo que sentimos, saber expresarlo, saber reconocer emociones en los demás, aprender a tomar responsabilidades son algunas de las habilidades que podemos aprender en familia. Los padres somos los primeros que podemos empezar a trabajar sobre este tema, entendiendo que no hay magia o casualidad en la gestión emocional sino voluntad y mucha práctica

 Aprender habilidades para ganar seguridad y eficacia en nuestra labor como padres y madres, para así mejorar nuestras competencias como educadores emocionales y podamos aportar a nuestros hijos valores, conocimientos y destrezas para su bienestar personal. 

Algunas ideas que nos pueden ayudar en el aprendizaje emocional en familia: 

  •  Crear un clima emocional que favorezca una comunicación profunda y sincera. 
  •  Evitar realizar juicios acerca de las emociones del otro. Las emociones son un indicador de algo que nos ocurre internamente y nos permiten tomar conciencia de que algo nos está pasando y requiere nuestra atención 
  • Acostumbrarse a hablar de emociones, expresar las emociones con mayor naturalidad en lo cotidiano

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